lunes, 23 de mayo de 2022

Maternar

 Hoy me encontré esta publicación de @lamalamamapodcast, una persona a quien sigo y admiro porque me da ánimo en mi ser mamá, y me resonó mucho, he aquí el tweet que retomaba:



Muchas personas que me conocen, saben que fui mamá muy joven, a los 18 años, cuando aún no había terminado la universidad. Y es interesante que apenas me doy cuenta de que no he escrito sobre esto antes acá! Ese fue un momento fuerte, retador. Quedé embarazada por accidente, no tenía un carajo de herramientas para saber cómo iba a ser la vida, pero estaba clara en mi decisión y así di el paso que trajo a mi bellísima V al mundo.

Y fue muy claro en ese momento y durante muchos años que ese mensaje de 'qué terrible la vida así, ya no vas a poder hacer nada de lo que querías...' estaba encima mío, tan poderosamente que hice mi mantra personal el que iba a abrir camino para que otras mamás jóvenes (y solteras...) pudieran ver que es posible otro camino, uno feliz, que la vida no terminó sino que apenas se abrió a nuevas posibilidades.

El estigma sobre la maternidad es real. Yo lo siento como parte de esta cultura tanática de la que ya había hablado en otro post y por eso decidí retomar esta reflexión: que la vida es maravillosa, que maternar puede ser algo hermoso, gratificante, que impulsa e inspira. Creo que nuestra doble moral nos lleva a celebrar días de la madre súper ruidosos en el que decimos que nuestra mamá es lo mejor del mundo pero dios no permita que terminemos como ella... O como la que se 'amarró' la vida por tener hijos o hijas. 

El peso de esos rótulos es enorme y tiene muchísimas implicaciones. Inspira miedos internos que nos apartan de intentar cumplir esos sueños que igual teníamos antes del "terrible" episodio de quedar en embarazo. Y eso se siente feo, frustra. Se siente como un grillete en el pie y nos nubla la visión. Está muy bien también quedarse con les hijites un tiempo largo y mimarles y abrazarles y besarles todo el día y eso no es un fracaso, es solamente una forma distinta de la felicidad, distinta de eso que nos habían dicho que era el éxito... es algo mucho más simple, es el arrunchis, y el tetero y el pañal. Y también es el trasnocho, por supuesto, pero ¿por qué eso es malo? ¿No ponemos posts súper efusivos sobre los muchos trasnochos que dedicamos a proyectos más relacionados con lo profesional y que eso es algo muy valioso y que agrega mucho valor al momento en que se consigue la meta?

Pues bueno, yo siento eso cuando miro al crío, que es tan bella, inteligente y dulce y por la que pasé ni dos ni tres noches sin dormir, jajaja. Es el resultado de esa maravilla de esos primeros años de tantos retos.

Y también pesa sobre les hijes, porque les hace sentir indignes, como que son una carga para sus madres y eso cuestiona sus existencias y facilita procesos de dolor interno que no son nada fáciles de vivir. Les convence, con otro montón de mensajes que a la humanidad le encanta esparcir en su falta de amor propio, de que están dañados y habría sido mejor que no existieran. Y nada más lejos de la realidad, sobre todo cuando la maternidad ha sido deseada, incluso cuando no ocurrió cuando a la sociedad le parecía que tenía que ocurrir o no surgió de un largo proceso de planeación (que está muy bien también, claramente).

Entonces esta reflexión es una invitación a que nos demos cuenta que sin estos rótulos el camino sería más liviano y mejor para la humanidad entera y de manera específica para estas mamás y bebés y para los padres, para ver en este caminar algo gustoso, feliz, con mil posibilidades.

La vida me ha rodeado de mamás así, exitosas, felices, amorosísimas y valientes (esto terminó siendo un feliz día de las madres atrasado) que me inspiran diariamente y me muestran que esto es una vida que se puede disfrutar muchísimo. Muchas personas que me conocen saben que la maternidad es una de mis facetas favoritas y que he cumplido los sueños de la mano de esa pequeña que me dio tanto miedo cuando llegó (y me sigue dando 😜, jajajaja) y que tantas alegrías enoooormes (rollo patronus💥) me ha traído.

Y también me rodeó de personas maravillosas que me mostraron que el mantra de vida podía ser una realidad. Tuve una amiga bellísima que estuvo pendiente de que mi carrera pudiera continuar, y amigas que me acompañaron a terminar el último tramo de la universidad con mirada amorosa y de apoyo, que no me echaron de su círculo porque mi vida había cambiado. Y luego en México tuve profesores que me permitieron asistir a clases con la niña y le dieron solamente dulzura (emocional y literal en dulces) mientras Sebas llegaba para acompañarme y poder hacer mis estudios de maestría - ese compañero amoroso del que he hablado tantas veces acá que me hizo mil veces más fácil la vida con su amor por mí y por la niña y que sin ser el papá biológico me ayudó a criarla. Y también tuve fiestas y diversión con mi amado círculo de amistades mexicanas porque lo que recibía a V cada vez eran sonrisas y disposición y películas y una red de gente que nos permitió vivir una experiencia plena de ser mamá e hija en un país que terminó por volverse nuestra casa. 

Así mismo en los trabajos encontré el apoyo y la bondad de mis jefes y compañeros de trabajo que tuvieron una disposición enorme a comprender el momento en que debía salir corriendo y que incluyeron a Victoria en el mapa 'Diana' no como un problema sino como un plus y una inspiración. Como algo lindo y que merecía y merece ser cuidado, celebrado. ¿Qué fortuna, no? Me siento enormemente agradecida, y a la vez también pienso que así podría ser para todas. Que ese es un sueño de mi corazón: la vida celebrada, acogida.

Los estigmas los construimos y destruimos y rehacemos entre todes. La vida es bella amigos y amigas y la vida llega a través de esa experiencia de maternar. No solamente hijes, claro está, proyectos y sueños y aventuras también. Y si nuestra actitud interna es más abierta y dulce a estas experiencias, pues imaginen toda la belleza que podemos crear y todo el placer de vivir que podemos potenciar. Las mujeres encontrarían más apoyo que resistencias al abrir camino como mamás y en mi opinión personal eso haría que todo fuera mejor (pero esa es otra conversación).

Yo celebro esas maternidades planeadas, dadas en el marco de lo que se espera y que producen unas familias divinas que me encanta ver, celebrar, compartir! El caso es que ese no es el único escenario y ser mamá siempre es retador (también en el cuento de hadas). En esa diversidad está la belleza, lo que nos entrega seres humanos muy diferentes y que tienen su propio sabor para traer al mundo. Qué chévere que nos podamos abrir cada vez más a acoger todas las opciones y abrazarlas y llenarlas del amor que la vida merece 💟

Este post es para mi hija amada, que me ha dado la felicidad de vivir una maternidad deseada, plena, llena de dicha. Te amo bebé! 

Y también es para todas esas mujeres que hoy viven el estigma... chicas, se puede, las abrazo y les envío todo el amor de mi corazón 💓